martes, 2 de octubre de 2007

…quedamos en el puente de las cadenas a las seis y media .


Banda Sonora Recomendada
Sæglópur
Sigur Ros



Después de leer el mensaje en un su destartalado móvil , Andreas se apresuró a coger su chaqueta de pana , su gorra de los Rangers, su paquete de Silk Cut y salió metiendo un portazo como de costumbre . El ascensor continuaba estropeado y Andreas pensó en lo fantástico que sería bajar las escaleras y entrar en calor .Con el pitillo en boca y llegando al rellano pensó en las gana que tenia de encontrarse con Sonia, hacia mucho tiempo que no la veía y ya no recordaba cuanto .
Budapest, aquel día de febrero estaba increíblemente bucólico. Las calles parecían senderos de hielo y en los coches se acumulaban gruesos de nieve inmensos que los deformaban, proporcionándoles formas fantasmagorícas. La gente cabizbaja, se refugiaba en sus propios cuerpos para soportar el frio, como las aves en un estanque helado atizadas por el viento. Andreas no se cansaba de contemplar esas chimeneas andantes de vaho que se cruzaban entre sí. Parecían como señales de humo avisando de que existimos, que respiramos, que podríamos importar al individuo que teníamos al lado .
Cogió el metro en la parada de la Opera hasta la parada de la calle Karoly. Sabía, que a esa hora, era la mejor elección para llegar a el puente de las Cadenas .

Salió del cálido metro y se abrigo de nuevo para soportar los 10 metros de viento huracanado que existía por las corrientes a la salida. Le encantaba ese puente, desde que conoció allí a Sonia 10 años atrás. Llego por el lado de Pest y como siempre, cuando se encontraba allí , observaba absorto el Danubio que en esta época se mostraba grisáceo por la fina capa de hielo. Se encendió otro cigarro y paladeo el humo caliente en su boca hasta que llego a sus negros y apurados pulmones.
Mirando al parlamento, resonó en su cabeza, aquella canción que escucharon en la terraza del bar del hotel Intercontinental, la tarde en que se conocieron . El sol caía sobre las sucias aguas del rio y dibujaba destellos de plata y oro , los barcos danzaban corriente arriba y el castillo de buda les saludaba con la parsimonia de un guardia Real .
Ella no apareció. Andreas volvió a casa sin atisbos de tristeza , era como si ya se lo esperara .
Llego al portal , el ascensor continuaba estropeado y tuvo que arrastrase hasta el séptimo piso en donde vivía . Abrió la puerta y el silencio de la casa le golpeo en toda la cara hasta hacerle sangrar su consciencia. Entre goterones de pecaminosa soledad, se acerco al salón y vio una carta abierta encima de la mesilla .
Era de Sonia :

"Barcelona -9 de abril de 1991

Últimamente me asombra ser tan independiente, a lo que me pregunté; ¿ Me estaré convirtiendo en hombre, o simplemente en una mujer sensata ?
De nuevo olvido el orgullo, pues cuando éste grita es que el corazón calla .
Y como ves ,sigo revelando los secretos de mi corazón con la vana esperanza de que éste no deje nunca de latir; y es que el amor es, de forma alternada, rendimiento y lucha contra un poder que sigue existiendo más allá de nuestra voluntad; es búsqueda y exploración de lo posible; es enemigo de la razón y no es más que la novela del corazón, el placer es su historia.
Cuando comenzamos a salir me preocupaba el que casi no habláramos y ahora sé que no existe nada más interesante que la conversación de dos amantes que permanecen callados. Nunca olvides que el primer beso no se da con la boca sino con los ojos, pues el lenguaje del amor está en la mirada y es imposible ocultarlo.
¿ Fuiste tú quien dijo que los hombres no se enamoran de lo que ven sino de lo que sueñan ?. Es una pena que tuvieras razón, pues la felicidad es el sueño del amor; el dolor es el despertar.
Creo que en nuestra materia, demasiado era poco. No supimos intercambiar dos fantasías ni contactar dos egoísmos.
Amarte significo consagrarme sin la menor recompensa; fue vivir bajo otro sol con el terror de llegar a tocarlo.
Al recordar todo lo nuestro me doy cuenta de que el paraíso se hallará siempre allá y no aquí.
Mas, en el amor como en la guerra quien duda es el que pierde; en nuestro juego de locos, por desconocer las normas, perdimos los dos.
Y ahora compruebo que el amor que llama al amor, no oye más que su propio eco , y que lo malo de una mujer con el corazón roto es que empieza a repartir sus pedazos.
Lo nuestro fue una flor que todo lo perfumaba, incluso las ruinas por donde trepaba, su magia consistió en la ignorancia de que podía tener un fin.
Para mí fue como una canción de cuna :
Me adormeció dulcemente, pero, apenas me dormí, cesó el canto.
Y al despertar me encontré sola .

“ para el imposible ÉL que vive en mi ser”


Sonia


Andreas soltó la carta que se desplomo en la mesilla, se echo para atrás en el sofá, se froto los ojos y suspiró.
Cogió su viejo Motorola y marco un número larguísimo y espero…
-Alex ,... Sonia tampoco se ha presentado hoy a la cita .Quizás no era este el puente o quizás no era este el rio.-Si te parece me voy mudar más al este. -Es posible que este en Bucarest .
-Seguiré buscando …
Mientras al otro lado de la línea, una horrenda musiquilla sonaba de vez en cuando interrumpida por una locución que decía :
-Esta usted en contacto con el Banco Santander, por favor manténgase a la espera .

1 comentario:

ANA HIMES dijo...

Puf, qué intenso David!
Me ha gustado mucho, pero en especial el párrafo de:
"La gente cabizbaja, se refugiaba en sus propios cuerpos para soportar el frio", me ha parecido precioso!
Voy a por el resto de textos!